«Hardware is hard. It’s called hardware for a reason» y «There are so many things that can go wrong on a hardware compnay» son frases de Marc Andressen el reconocido VC, socio del fondo de capital de riesgo Andreessen Horowitz el año 2013, poco antes de que comenzáramos la construcción de la primera versión del dispositivo Neltume Agro. Con estas frases, Marc hace un contraste con las empresas de software, en términos de las dificultades que implica crear una solución que requiere desarrollo de hardware y diseño de dispositivos, que se enfrentan a condiciones ambientales, que requieren proveedores y logística, y que soportan servicios que escalan sólo en la medida en que se dispone de capacidad. Es algo que hemos vivido en la construcción de nuestra solución, basada en dispositivos que vigilan usando cámaras, sensores e inteligencia artificial, trampas de feromona y hospedero para analizar los ciclos de las plagas y hacer más eficiente el uso de productos para su control.
Desde las primeras conversaciones entre los fundadores sobre desarrollar una tecnología que trabajara a favor del medio ambiente en el año 2001, pasó más de una década hasta que la pudimos concretar. Fue en el año 2015, cuando Telefónica I+D en conjunto con Corfo y el Servicio Agrícola y Ganadero lanzaron un concurso buscando soluciones para el monitoreo de la polilla Lobesia botrana. Era la oportunidad que estábamos esperando, por lo que no dudamos en participar. obteniendo 10 mil dólares que usamos para las primeras compras necesarias para iniciar los desarrollos. El desarrollo de software no siempre requiere una inversión inicial y permite iniciar la prestación de un servicio al menor costo posible, sin embargo el hardware requiere de compras por lo que es relevante elegir bien proveedores, cantidades y costos de internación. Hay poco espacio para error en los primeros años.
Antes de comenzar a prestar el servicio, trabajamos 2 años en el desarrollo de hardware, software y diseño de los dispositivos de monitoreo. En el 2016 desarrollamos 2 versiones, la versión 0, sólo usada en condiciones de prototipo y laboratorio para luego pasar a la versión 1, la primera utilizada en terreno, específicamente en San Francisco de Mostazal. Ambas versiones fueron utilizadas en zonas experimentales de la Fundación para el desarrollo Frutícola (FDF), logrando probar y validar la electrónica y la captura de fotografías del dispositivo.
En el año 2017 desarrollamos la versión 2, nuestra primera producción en línea, fueron 20 dispositivos y nos permitió tomar fotografías para el entrenamiento de redes neuronales para el conteo automático de Lobesia botrana. Esta versión no incorporaba el diseño tradicional de trampa delta para la captura de polillas de la fruta, lo que nos presentó dificultades a la hora de validar la tecnología, por lo que ese mismo año, lanzamos la versión 3, el primer dispositivo con fines comerciales y diseñado para adecuarse a la trampa delta tradicional. Fueron más de 60 los dispositivos ensamblados y de ellos, 40 fueron usados para el primer año de un estudio bianual de validación de diseño y tecnología, trabajo que desarrollamos junto a FDF en tres regiones del país (RM, VI y VII) y en tres plagas de importancia agrícola nacional, como lo son la Lobesia botrana, Grapholita Molesta y Proeulia Auraria. Las trampas se instalaron en 4 frutales de gran exportación: arándano, vid, ciruelo y cerezo.
Con la versión 3 se validó el diseño del dispositivo, su acople a la trampa delta y la sujeción al árbol. Además, la correcta captura de las especies plagas, estadísticamente igual a la obtenida en trampas tradicionales junto al correcto registro, envío y almacenamiento de los datos a los servidores. Toda esta información desplegada en una plataforma amigable para el usuario.
Pero aún faltaba corregir algunos detalles de la versión 3. Problemas de aislación, que provocó en algunas unidades la entrada de agua dentro de los dispositivos, ocasionando fallas en las placas electrónicas, además de fotos empañadas; también la materialidad del dispositivo que no se ajustó a las condiciones ambientales a las que el dispositivo estuvo expuesto, y regular calidad de imagen, lo que nos desafío para seguir perfeccionando el dispositivo. Así fue como en año 2018 lanzamos la versión 4, dispositivo usado en el segundo año del estudio de validación con FDF con el que desarrollamos el entrenamiento de las redes neuronales para el conteo automático de Lobesia botrana con un error del 24,6%. Esta versión contó con importantes mejoras en diseño y materialidad y que hasta el día de hoy seguimos utilizando en estudios y clientes.
Durante este periodo contamos con el apoyo de FDF, el que se encargó de nuestro primer estudio de validación del servicio en campo junto a la Asociación de Exportadores de Chile (ASOEX), quienes financiaron la producción de los primeros dispositivos para pruebas en terreno.
Hemos desarrollado esta versión a escala, con la que además comenzamos a evaluar la implicancia del monitoreo de la fenología del hospedero en el control de las plagas que los afectan y para lo cual montamos diversos estudios de validación, como el llevado a cabo el 2018 junto al SAG y la Universidad de Chile en mosca de la fruta, Ceratitis capitata, en la comuna de Pica. Este estudio nos desafió a crear una adaptación para la trampa jackson, logrando registrar el mismo nivel de capturas que las trampas tradicionales, además de desarrollar el conteo automático basado en redes neuronales para C. capitata con un error del 14%. El 2020 trabajamos junto al Instituto de Investigación Agropecuario, y su Centro regional Intihuasi. En esta ocasión se instalaron dispositivos en huertos de nogales de la región de Coquimbo en el valle de Choapa para la estimación de la fenología de Cydia pomonella. Se obtuvo una disminución total del daño en los frutos recolectados y se validó el correcto registro de datos climáticos con estaciones meteorológicas cercanas a los huertos del estudio. El mismo año, trabajamos con la Universidad de Talca y el Servicio Agrícola y Ganadero, con quienes evaluamos el desempeño y eficiencia del uso de la tecnología como reemplazo del sistema de vigilancia que actualmente lleva a cabo el programa nacional de Lobesia botrana (PNLb). Se reemplazaron estaciones de monitoreo del PNLb en viñas y se instalaron trampas en zonas urbanas de las regiones Metropolitana, O’Higgins y de Maule. Como resultado se obtuvo una disminución del error de conteo automático de un 24.6% a un 18.8% y se corroboró el correcto registro de datos climáticos, útiles para la estimación de la fenología de Lobesia botrana. Ambos estudios siguen actualmente en desarrollo.
Durante este recorrido de aprendizaje y trabajo, hemos conformado un equipo compuesto de diseñadores, agrónomos e ingenieros, habiendo resultado beneficiarios y ganadores de programas de CORFO, Fundación Para la Innovación Agraria del Ministerio de Agricultura, Ministerio de Ciencias y Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo.
Hoy seguimos trabajando para continuar creciendo y perfeccionando este innovador servicio, buscando ser determinante para mejorar la eficiencia de las aplicaciones y la productividad de la industria frutícola de exportación.
Si quieres saber más sobre nuestro servicio nos pueden contactar en [email protected].