Septiembre es un mes de gran importancia para la mayoría de los chilenos, pero especialmente para quienes se dedican al sector frutícola, ya que se da el “Inicio de la temporada frutícola”. Periodo en el que los frutales de hoja caduca comienzan un nuevo ciclo de producción. Y no solo ellos comienzan su desarrollo, también plagas que ponen en peligro la producción y el trabajo de meses si no se controlan a tiempo.
En nuestro país existen diversas zonas frutícolas, que se han consolidado como un importante sector económico de nuestro país, ya que gran parte de la producción (alrededor del 80%) se exporta a otros países. Algunas de las especies que se venden al extranjero son: manzanas, kiwis, arándanos, paltas, nueces, cerezas y uvas. De hecho esta última es la fruta de mayor exportación en Chile con más de 500 mil toneladas enviadas a países como EEUU (45,64%) China (18.98%) y Holanda (6,3%). Luego viene la cereza con más 200 mil toneladas que se exportan principalmente a China (87,79 %). Más abajo encontramos los arándanos que se envían a EEUU (43,18%) Holanda (16,77%) y China (11,5%) y luego las nueces con ventas a Turquía (17%) India (14,79%) y Alemania (14,34%).
Como ya pueden inferir la producción de estos frutos es fundamental para nuestro país y su economía. Por esa razón es trascendental proteger su cosecha de plagas que puedan dañar estos frutos o son cuarentenarias en los mercados de destino. Existen diferentes especies como Cydia pomonella que afecta a cerezas y las nueces; Lobesia botrana y Proeulia auraria que atacan a las uvas y los arándanos. Y Grapholita molesta que también afecta a los carozos en general.
Si bien los productores utilizan trampas de feromona y aplicaciones de insecticidas para controlar este tipo de plagas, no siempre generan los resultados esperados. De hecho hay estudios, como el realizado por INIA INTIHUASI, que han demostrado que la falta de revisión y mantención periódica de las trampas, afectaría la calendarización de la aplicación de los plaguicidas. Esta situación pone en grave peligro la producción, ya que la revisión diaria es trascendental para estimar el comienzo del ciclo de la plaga, sin embargo no siempre son detectadas.
Para evitar esos riesgos, es importante utilizar la tecnología para así tener información precisa y certera. Como la que entrega nuestro sistema de monitoreo Neltume Agro que vigila el clima, población y fenología usando cámaras, sensores e inteligencia artificial de forma remota. Esta innovación se aplica a las trampas de feromona
Como les comentábamos anteriormente, la uva es una de las frutas con mayor exportación y también el principal frutal afectado por Lobesia botrana, también conocida como la polilla de la Vid presente en Chile, Argentina y Europa. Se puede encontrar en las viñas, producciones de uva de mesa y también en parrones caseros donde son el principal foco de propagación.
Para mejorar el monitoreo y control de la plaga es que en conjunto con el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) y la Universidad de Talca estamos realizando un estudio bianual en la zona central, instalando dispositivos Neltume Agro en la Viña Requingua, comuna de Sagrada familia y en el Fundo Santa Elisa de la Viña Cono Sur, comuna de Chimbarongo. Los resultados de la primera temporada son prometedores, al comprobarse el correcto monitoreo de la población objetivo y la recolección de datos climáticos útiles para el uso en modelos fenológicos de la plaga. Para esta segunda temporada llevaremos a la práctica la recolección diaria de datos, recomendaremos fechas de aplicación de plaguicidas para su control y analizaremos el beneficio medioambiental de la tecnología Neltume Agro.