La polilla del racimo de la vid (Lobesia botrana) se encuentra oficialmente en Chile desde el año 2008. Actualmente la plaga presenta control obligatorio en todos los huertos que presenten producción de Vitis vinifera u otra especie afectada por L. botrana, como es el caso del cultivo de arándano (Vaccinium corymbosum), en donde se ha visto una gran expansión del insecto que actualmente está presente desde la región de Atacama hasta la de Aysén, presentando focos provinciales desde la cuarta hasta la octava región.
Este Lepidoptero alcanza tres generaciones por temporada; la primera es denominada antófaga, ya que afecta los racimos florales hasta inicios de cuaja, para esta generación se recomienda realizar de 2 a 3 aplicaciones químicas durante el estado fenológico de escobajo visible en vid. Las larvas de la segunda generación denominada carpófaga se alimentan exclusivamente sobre las bayas, perjudicando desde poco antes del cierre de racimos hasta poco después de la pinta, generando el mayor periodo de daño dependiendo también del cultivar y condiciones climáticas.
Las larvas de la tercera generación, también carpófagas, las cuales se presentan desde febrero, hasta finales de marzo, son las que causan el mayor daño, al alimentarse de bayas más maduras, y ubicadas principalmente en el centro del racimo, los que a su vez resultan contaminados con excrementos y fibras sedosas, además de patógenos como Botrytis, Aspergillus, Rhizopus y Penicilium.
Para el control de la segunda y tercera generación, el SAG da a conocer los estados para el correcto uso de agroquímicos en los cultivos de vid. En el caso de otros cultivos afectados, que tienen una mayor variabilidad fenológica, como el caso del, ya mencionado, arándano, es más difícil establecer un modelo de control regular, ya que este cultivo presenta un periodo de floración y de desarrollo frutal escalonado durante la temporada como para poder calendarizar manejos en relación al ciclo biológico del insecto.